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Prevenir la Osteoporosis

En este artículo quiero hacer especial hincapié en el retraso del envejecimiento óseo que conlleva la práctica de actividad física. La gente que mantiene una vida activa tiene una masa ósea significativamente mayor que la que no. De hecho, la disminución de movimiento asociada al paso de los años está muy relacionada con la pérdida de masa ósea por envejecimiento.

La actividad física proporciona un estímulo vigoroso para mantener e incluso aumentar la masa ósea en los adultos y sobre todo para aquella que implique el soporte del peso corporal será especialmente beneficiosa. El ejercicio físico modifica el metabolismo óseo en el punto del sobreesfuerzo. Por ejemplo, los huesos de las piernas de los corredores de campo a través de edad avanzada demuestran un contenido mineral óseo mayor que los huesos de otros sujetos menos activos. También se ha visto que el brazo dominante tiene un mayor espesor que el otro brazo y esto sugiere que se controla el depósito óseo localmente mediante las fuerzas musculares que actúan sobre huesos específicos.

La teoría más aceptada es la que considera al hueso como un cristal piezoeléctrico que convierte la fuerza mecánica en energía eléctrica, la cual estimula las células formadoras de hueso aumentando el depósito de calcio. La cantidad de hueso formado depende de la magnitud de la fuerza y de la frecuencia con que se aplique.

La osteoporosis es menos frecuente en varones y también en la mujer de raza negra que en la blanca, ya que la primera contiene más masa ósea y mayor volumen muscular.

Las principales causas que favorecen su aparición son:

- La edad

- La supresión de las hormonas femeninas en la mujer, coincidiendo con la menopausia

- Una mala alimentación

- El sedentarismo

La mujer necesita acumular la mayor cantidad de hueso posible antes de la menopausia y sus pérdidas posteriores deben ser reguladas. En este punto el movimiento juega un papel muy importante ya que es uno de los pocos recursos naturales conocidos para estimular la formación de hueso. El tejido óseo es un tejido vivo y como tal, hay que tratarlo.

La osteogénesis:

La formación de hueso depende de un ciclo que resulta del intercambio de hueso “viejo” por hueso “nuevo”. Normalmente este proceso está sincronizado de tal forma que el hueso “viejo” es reemplazado por una cantidad igual de hueso de nueva formación.

El comienzo del ciclo depende del reclutamiento y activación de los osteoclastos. Esta fase tiene lugar normalmente en la cara interna del hueso, cara endóstica, originando una disolución del hueso mineral y el colágeno produciendo una cavidad. La reabsorción del hueso cesa cuando la cavidad alcanza una profundidad determinada. En este momento las células mononucleares producen una matriz ósea muy mineralizada y pobre en colágeno, que da lugar a una especie de "cemento". Es sobre esta superficie donde se deposita el hueso “nuevo” producido por el osteoblasto. El estímulo para el reclutamiento de osteoblastos debe ser a partir de un mecanismo humoral y/o la producción local de algunas sustancias (factores de crecimiento).

El osteoblasto es el responsable de la síntesis de colágeno que es el principal componente de la matriz ósea nueva u osteoide. La maduración ulterior depende de un adecuado aporte de calcio y fosfato, así como de la formación de cristales de hidroxiapatita.

Cómo ganar hueso

Las fuerzas mecánicas juegan un papel importante en la formación y función del hueso. Lo que no se sabe es cuánto ejercicio se necesita y si hay algún tipo de ejercicio óptimo para desarrollar el tejido óseo. Pero lo que sí está admitido por todos los estudiosos del tema es que la inmovilidad provoca importantes pérdidas de hueso, mientras que las cargas repetidas con intensidades adecuadas, dan como resultado la hipertrofia del mismo.

Prevención de la osteoporosis

Considerando la magnitud actual del problema, la prevención es la mejor solución del cuadro clínico de la osteoporosis. La dosis media diaria de calcio recomendada es de 800 mgr/día, aunque en el caso de la mujer esta cantidad puede verse incrementada hasta 1,5 gr diarios. Además hay que hacer especial hincapié en que la práctica de actividad física diaria así como la alimentación adecuada es uno de los factores más importantes en la prevención de la osteoporosis y de sus complicaciones.

Numerosos estudios han demostrado que la involución ósea se puede enlentecer mediante la actividad física; sin embargo, el programa óptimo de entrenamiento para prevenir las fracturas favorecidas por la osteoporosis aún no está definido. El entrenamiento ayuda a prevenir las fracturas en las zonas de riesgo. La gente que practica ejercicio posee más masa ósea que la que no practica y dicha hipertrofia es paralela a la zona donde se genera el estrés físico.

En conclusión, hacer ejercicio y comer sano como siempre digo son la clave del éxito personal. En este caso es una medicina fundamental para prevenir complicaciones óseas en un futuro que puedan hacer más precaria nuestra calidad de vida. Empezad cuanto antes a realizar actividad física y comer bien porque estaréis ahorrando en salud. Al principio será duro, a mitad de camino puede que sintáis algo de frustración por no conseguir los resultados que deseabais, pero hacerme caso, seguid, no dejéis de entrenar y la recompensa merecerá la pena.



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